El valle de San Emiliano se localiza entre los valles de Babia y Luna, al norte de la provincia de León, colindante con el Principado de Asturias. Tiene 55.200 hectáreas sobre cuatro municipios.
Casi todo el espacio natural sobrepasa los 1.500 metros y su máxima cota se encuentra en le Peña Ubiña de 2.417 metros.
Lugar de hermosísimos paisajes, cuenta entre su vegetación con bosques de haya, robles y sabinas. El sabinar es la característica más peculiar de la zona, es una reliquia del Terciario.
Aparte de abundantes aves rapaces (el águila real, el buitre leonado y el alimoche), su fauna se ve enriquecida con rebecos, nutrias, lobos, jabalíes, corzos y ciervos. También el oso pardo hace apariciones esporádicas. Y hay algún ejemplar de urogallo.
Muy cerca de este Espacio Natural se encuentra el embalse de Barrios de Luna, permitiendo la existencia de numerosas aves acuáticas como Anátidas, Rállidas y Ardeidas.
En el valle de San Emiliano, el viajero puede disfrutar en diversos núcleos rurales de una bella arquitectura, como en Riolago de Babia y su Palacio renacentista de los Quiñones.
Esta zona de León es de una gran belleza y el viajero se encontrará muy feliz y relajado como los reyes de León en la Edad Media. Cuando veraneaban o no querían recibir a alguien los súbditos decían que el rey “estaba en Babia”. Hay un dicho español que dice “estar en Babia” que es cuando alguien está como ausente, pensativo.
Tiene abundancia de agua y de praderas por eso tiene una gran importancia la ganadería. Ha tenido una gran tradición pastoril y de trashumancia. En el año 2004 fue declarada Reserva de la Biosfera.