La palabra “latxa”, en vasco significa “basta”. Existen dos razas, la oveja latxa de cara negra y la latxa de cara rubia. Es la única diferencia, porque son muy similares.
También hay una raza de ovejas en la zona noroccidental de Álava y en la frontera de Vizcaya con Cantabria que se llama latxa carranzana.
Se cree que la oveja latxa es la raza más primitiva de las ovejas españolas. Siempre ha estado muy ligada a las zonas rurales del País Vasco y Navarra. Y ha contribuido tradicionalmente al mantenimiento económico de muchas familias que viven en el medio rural. Por lo tanto ha tenido y tiene mucha influencia en el mantenimiento del medio ambiente de Euskadi y Navarra.
La oveja latxa tiene un carácter montaraz y elevada rusticidad, posee una gran agilidad de movimientos. Se adapta perfectamente a los terrenos abruptos y de mucha lluvia.
Se suele utilizar esta oveja en espectáculos rurales, ya que tiene mucha belicosidad.
Actualmente se utiliza la oveja latxa para que produzca leche para la elaboración del queso de la Denominación de Origen Idiazábal y la DOP Roncal. Para aprovechar más la leche los corderos son retirados –destetados- de su madre muy pronto. Estos corderos o lechazos son utilizados para el consumo humano siendo muy demandados y valorados. Estos corderos están amparados por la I.G.P. Cordero de Navarra.
La oveja latxa produce también un vellón de lana “basta” que se utilizaba para la fabricación de colchones. Hoy en día se utiliza para la fabricación de alfombras, tapices, etc.
La oveja Latxa o Lacha sale a pastar prácticamente todos los días del año, cuando no sale es porque el tiempo es muy malo, entonces el ganadero alimenta las ovejas con heno que cosecha en la propia explotación.