También es conocida como “raza holandesa”, “raza suiza”, “vaca Holstein”, si bien se ha generalizado con el nombre de: raza frisona por provenir de la región de Frisia, en el norte de Holanda. Es una vaca que destaca por su alta producción de leche, carne y su buena adaptabilidad. Hoy en día es la raza de vaca más común en todo el mundo.
Los primeros ejemplares llegaron a España a mitad del s. XIX ocupando el primer puesto dentro de la ganadería española.
La vaca o toro de la raza Frisona viene de la familia de los “Bos Taurus”. Estos fueron domesticados por el hombre hace más de 10.000 años.
Las crías al nacer suelen pesar unos 40 kg. Las hembras pueden llegar a los 600 kg y los machos pasan de los 1.000 kg.
Gran productora de leche, se han conseguido vacas que han superado los 20.000 litros en una lactancia. Normalmente una vaca da leche durante 305 días luego el ganadero “seca” la vaca durante 3 meses antes del nuevo parto. Hay profesionales que se dedican a ir granja a granja diseñando la alimentación para sacarle la máxima producción a esta raza de vacas. El manejo de estas vacas requiere una gran especialización y una buena selección genética.
Las vacas de raza Frisona presentan las siguientes características:
La cabeza es relativamente pequeña, angulosa y descarnada. La línea frontal cóncava, la cara es recta y alargada, terminando en un morro ancho. Los cuernos son cortos (en los machos son más largos) y no gruesos. Las orejas son finas y muy móviles. Los ojos son grandes y expresivos.
El cuello es delgado y alargado en las vacas, con muchos pliegues cutáneos verticales.
El tronco es amplio, profundo y ampuloso con el dorso y lomo horizontales, fuertes y potentes, para soportar la masa visceral y en las hembras el feto.
La ubre tiene una gran capacidad y está muy desarrollada y muy bien irrigada, fuertemente adherida, pezones medianos.